La “chicane” de entrada al puerto ha sido el escenario de los accidentes más espectaculares y graves de la historia del circuito urbano de Montecarlo, escenario del Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno.
El único accidente mortal ocurrido en una competición de Fórmula Uno en el principado ocurrió en 1967 cuando el italiano Lorenzo Bandini perdió el control de su Ferrari 312 a la salida de la “chicane” de entrada al puerto, entonces en forma de bayoneta y que se tomaba a cerca de 200 km/h.
En la vuelta 82 de las 100 de que constaba la carrera, Bandini, se supone que mareado por los gases de los escapes del Brabham-Repco del neozelandés Denny Hulme, líder de la prueba y al que seguía de cerca, tocó las balas de paja colocadas en el borde de la pista, chocó contra un noray para el amarre de barcos, volcó y el Ferrari se incendió.
Con quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo, Bandini falleció tres días después, el 10 de mayo, en el hospital Princesa Gracia, en el que estuvo ingresado.
Al año siguiente las balas de paja que separaban la pista del mar fueron sustituidas por raíles de seguridad.
Dos pilotos se ha sumergido en las aguas del puerto de Mónaco tras salirse en la variante de entrada al puerto. El italiano Alberto Ascari, campeón del mundo en 1952 y 1953, cayó al mar con su Ferrari Lancia D50 tras romper los postes de madera que delimitaban la pista.
Ascari salió indemne de este accidente, pero murió cuatro días después, cuando probaba un prototipo Ferrari en el Autódromo Nacional de Monza (Italia).
El otro piloto que se sumergió en las aguas del puerto fue el australiano Paul Hawkins con su Lotus 33 Coventry Climax, en la vuelta 79 de las 100 de que constaba la carrera. También salió ileso del accidente.
Una vez que la variante de entrada al puerto, en 1976, fue modificada para hacerla más lenta y evitar accidentes como los ocurridos en años anteriores, la peligrosidad de la misma está en la zona ajardinada que separa la escapatoria de la bajada del túnel y la pista del puerto.
En 1994, tan sólo dos semanas después del fallecimiento del brasileño Ayrton Senna en el circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola, el austríaco Karl Wendliger, piloto de Sauber como el mexicano Checo Pérez accidentado hoy, volvió a llenar de inquietud al mundo de la Fórmula Uno.
Wendlinger se salió de la pista cuando apenas faltaban un par de minutos para e final de la primera sesión de entrenamientos libres del jueves, y, en la variante que da entrada al puerto, se golpeó lateralmente contra las protecciones de separación de la escapatoria y la pista.
Las asistencias tardaron cerca de diez minutos en extraer al piloto del coche, y tras practicarle los primeros cuidados fue trasladado en ambulancia al Hospital Princesa Gracia.
Tras los primeros exámenes realizados en el centro sanitario, se comprobó que Wendlinger tenía una grave conmoción cerebral, que hizo temer por su vida.
Para un mejor tratamiento el piloto fue trasladado al hospital Saint Roc de Niza, al Servicio de Reanimación del profesor Grimaud, donde permaneció en coma inducido durante tres semanas. Después de recuperarse de este accidente, Wendlinger se retiró de la competición.
Difícilmente olvidará Marc Gené su debut en Montecarlo en 1999. Aprender es duro y hacerlo a golpes, más. Pero después de todo tuvo tenido suerte, mucha suerte, porque perder el alerón trasero del coche a la salida del túnel, que es el punto más rápido del circuito, por el que pasa a 280 kms/h y al que sigue un cambio de rasante, es tener todas las cartas para sufrir un grave accidente, lo que, por fortuna, no ocurrió.
El coche, desequilibrado, golpeó primero con los raíles del lado derecho, luego del lado izquierdo y por último de nuevo contra el lado derecho, antes de detenerse en la escapatoria de la variante del puerto, mientras el director deportivo de Minardi, el italiano Cesare Fiorio, decía ante el televisor “¿Qué ha hecho?”, antes de comprobar que no había sido un error del piloto, sino del equipo.
El británico Jenson Button (BAR Honda) también tuvo la oportunidad de probar lo que significa bajar con el coche sin control tras golpearse contra los raíles de la salida del túnel y posteriormente contra la separación de la pista y la escapatoria.
Este fin de semana han sido cuatro pilotos los que han sufrido el mismo tipo de accidente al perder el control del coche en el bache donde comienza la frenada a la salida del túnel. El jueves fueron el ruso Vitaly Petrov (Renault) y el italiano Vitantonio Liuzzi (Hispania), y hoy, el alemán Nico Rosberg (Mercedes) y el mexicano Sergio Pérez (Sauber).
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